La toma de tensión ocular es una prueba que se realiza para medir la presión intraocular, es decir, la presión dentro del ojo. Esta prueba es importante porque la presión intraocular elevada puede dañar el nervio óptico y causar glaucoma.
La toma de tensión ocular se realiza con un tonómetro, un instrumento que mide la presión en milímetros de mercurio (mmHg). Existen diferentes tipos de tonómetros, pero el más común es el tonómetro de aire.
Durante la prueba, el paciente se sienta en una silla y se le pide que mire hacia adelante. El optometrista o el oftalmólogo instila una gota de anestesia en el ojo para evitar molestias y luego coloca el tonómetro en la superficie del ojo. El tonómetro emite un pequeño chorro de aire que mide la presión intraocular.
La toma de tensión ocular es una prueba rápida y sencilla que no suele durar más de unos pocos minutos. Es importante destacar que esta prueba es una de las herramientas que se utilizan para detectar el glaucoma y no siempre es determinante. Por lo tanto, si se sospecha de glaucoma u otros problemas oculares, se pueden realizar otras pruebas y evaluaciones para llegar a un diagnóstico preciso y adecuado.